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Michael Spence: "Es difícil imaginar que la Eurozona pueda sobrevivir a una posible salida de España"

Antes de coger un vuelo rumbo al continente asiático, Michael Spence, premio Nobel de Economía 2001 por sus estudios junto a Joseph Stiglitz y George A. Akerlof sobre el flujo de información y el desarrollo del mercado, atendió desde su despacho en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York (NYU) a las preguntas de elEconomista.

En un momento en que las economías desarrolladas se enfrentan a un despalancamiento sin precedentes, con el Viejo Continente a la cabeza, la desaceleración de la productividad es un hecho evidente que según su parecer tendrá consecuencias inevitables para la economía mundial.

"El efecto a corto y medio plazo será un crecimiento lento o negativo causado en buena parte por la caída en la demanda agregada, es decir el consumo y la inversión", explica. Sin embargo, este comatoso estado de salud corre el riesgo de convertirse en una enfermedad crónica que podría tardar años en curarse. "Las reformas estructurales y las inversiones basadas en el largo plazo corren el peligro de verse desplazadas por la amenaza de la austeridad fiscal, algo que podría causar que el periodo de crecimiento tibio se extienda durante varios años", añade.

Por supuesto, en estos menesteres, la tragicomedia en que se ha convertido la crisis de deuda soberana en Europa, donde los rescates a Grecia, Irlanda y Portugal no han logrado frenar el contagio a países periféricos clave como Italia o España, es una de las principales losas que ha provocado que gigantes emergentes como China comiencen a sufrir un evidente agotamiento. Dicho esto, Spence no plantea ninguna duda a la hora de asegurar que el resultado más probable de todos los rifirrafes políticos en la trastienda de Europa es "que el euro sobreviva".

Eso sí, el camino no va a ser fácil. Para el profesor de Economía de la NYU la supervivencia de la moneda única significa que tanto España como Italia deben "restablecer un equilibrio fiscal" y, tras un parón económico que durará varios años, "establecer un patrón de crecimiento sostenible". "Mientras tanto existe una necesidad y una buena voluntad por parte de la troika a la hora de proporcionar financiación provisional en el mercado de deuda soberana con el objetivo de que los programas de estabilización fiscal funcionen", apunta. Esta fórmula, añade, debe servir de protección para que los incrementos en las primas de riesgo y en los costes de financiación no acaben por tirar por tierra los esfuerzos fiscales a los son sometidos los países periféricos.

Aún así, Spence reitera que las piezas de este puzzle deben encajar a la perfección, de lo contrario el resultado no será el esperado. De todas formas, para el premio Nobel de Economía 2001, "es muy difícil pensar que la eurozona podría sobrevivir a una salida de España o Italia". Un hecho que es más probable que sea el desenlace para Grecia, la oveja negra de zona euro.

"Grecia puede y debe abandonar el euro para poder así restaurar sus terminos comerciales y su capacidad para crecer", explica. Al fin y al cabo "el país es lo suficientemente pequeño para que la eurozona pueda soportar su salida aunque los efectos de un posible contagio deben ser agresivamente contrarrestados por la intervención del Banco Central Europeo en el mercado de bonos", señala.

- Comprar tiempo.

Al respecto, y al ser preguntado sobre si la decisión del BCE de comprar deuda ilimitada de países como España a cambio de una petición oficial de ayuda por parte del soberano es una solución difinitiva a la crisis, Spence es claro. "La postura de prestamista de última estancia adoptada por el BCE es un medio no una solución", asegura. De esta forma se "comprará tiempo" para garantizar que "el requilibrio fiscal y las reformas en España funcionan". "Lo mismo puede aplicarse a Italia", añade.

"La clave está en el reequilibrio e implementar las reformas con unos costes manejables", aclara el premio Nobel. "Muchos países están presentando problemas a la hora de encontrar el equilibrio adecuado", reconoce. Desde su punto de vista cuando el ajuste fiscal es demasiado lento "los mercados pierden la confianza", sin embargo, cuando es demasiado severo "la demanda agregada cae rápidamente y causa una contracción económica que, a su vez, detiene los avances en el terreno fiscal", determina.

El economista, quien tiene previsto publicar su libro Convergencia Inevitable el próximo 7 de noviembre en nuestro país, aclara que todavía "existe un riesgo significativo", aunque ha decrecido, de que "tanto las reformas como la voluntad política en Europa se tambaleen" y acaben por provocar una desaparición de la eurozona tal y como la conocemos. "En gran parte, el capital privado todavía piensa que estos riesgos son significativos, de ahí que no muestren todavía un compromiso con el mercado de deuda del Viejo Continente", manifiesta Spence.

Por último, al hablar de Estados Unidos, el Nobel pone de manifiesto que probablemente la economía de EEUU registre un "crecimiento lento y un alto nivel de desempleo durante un par de años". Eso sí, reconoce que "si Europa sufriera un retroceso importante, dicha situación sumiría al país en una recesión".

- Su libro en español.

Spence tiene previsto publicar su libro, Convergencia Inevitable, el próximo 7 de noviembre en nuestro país, una fecha que además coincide con la de su 69 cumpleaños. En su obra, el premio Nobel de Economía analiza como durante la Revolución Industrial británica una parte de la población mundial comenzó a experimentar un crecimiento económico extraordinario que provocó enormes brechas en los niveles de riqueza y de entre los países industrializados de Occidente y el resto del mundo. Este patrón se transformó tras la Segunda Guerra Mundial y a día de hoy vuelve a cambiar a medio camino entre un siglo de crecimiento acelerado en el mundo en desarrollo y el estancamiento en los países avanzados, una tendencia lista para cambiar el mundo.

José Luis de Haro, El Economista